Siempre me levanto de buen humor y estaba muy contenta en el trabajo.

Pero hoy he tenido una pequeña discursión telefónica con un compañero y eso me ha llevado a recordar como me sentía en mi anterior trabajo, hace ya muchos años.

Si habéis dado con mi podcast hay un episodio en el que hablo de autoestima, y yo pasé algunos años bastante malos en parte por el trato que recibía en mi anterior trabajo.

Hoy al discutir con mi compañero, y aunque ha sido desagradable, no ha sido nada grave, me ha hecho en cuestión de segundos recordar esos malos momentos, y solo podía pensar: “No lo voy a volver a tolerar” que me traten mal o me hablen mal.

Puede que pienses, que claro! ¿!Como vas a permitirlo!? pero cuando has pasado por eso, acabas normalizando las faltas de respeto, y que te hagan sentir que no vales nada o que no lo haces bien.

Al terminar la conversación, mi corazón estaba completamente acelerado y bueno, después de digerirlo, analizar bien qué había ocurrido y porqué, tuve claro lo siguiente:

1. No permitas que te coman el terreno, que te avasallen ni que te traten mal.

2. Cualquier indicio de que no están actuando como deberían contigo, es motivo suficiente para hacerlo saber y plantarte.

3. No te justifiques si has actuado correctamente.

4. Si lo que ha ocurrido, al final, una vez digerido y analizado, ves que no debe ir más allá (la otra persona y el hecho no son tan importantes para ti) y sobre todo, no tiene graves consecuencias, lo podemos catalogar en “tonterías que nos amargan” , y pasar página.

Ojo! No quiero decir que haya sido una tontería, pero no a todo lo que nos pasa podemos dotarlo de ser importante, porque realmente no lo es, hay que pensar cuál es la mejor manera para nosotros de resolverlo y atajar por ahí.

Esa ha sido mi opción, ¿como me voy a sentir mejor y qué supone esto para mi vida?

Por eso, el mal rato me ha durado 15 minutos!

Enseguida he pensado que cuando una tontería te amarga el día, pues otra te lo arregla! Tienes la frase como siempre en mi instagram, compártela siempre que quieras!

Dicho y hecho, una galleta de chocolate y unas risas con los compañeros y mi día ha vuelto a mejorar!

Me encantaría que esta frase y reflexión te acompañe cuando sea necesario! Qué nada que no lo merezca nos amargue!

Gracias por leerme!