Yo sueño despierta, y no me daba cuenta. Hubo un tiempo en que dejé de soñar y no era feliz. Tampoco me daba cuenta.
Esta mañana leía la última publicación de Cristina Mitre, y es que ella me inspira tanto, que me ha hecho soñar otra vez.
En mi sueño, he vuelto a mi infancia donde quería ser cantante, ir a Menudas Estrellas y triunfar, pero, aunque le ponía mucho empeño y voz, parecer ser que no canto tan bien.
Otro de mis sueños, siempre ha sido “ser escritora” y aunque siempre me ha gustado escribir, me comparaba con quienes ya escribían libros y ¡me venía abajo! ¡¡Qué complicado!!
Por eso, desde hace mucho, siento inmensa admiración por los escritores, porque pienso que no es fácil emocionar con las palabras, hacerte creer una historia, transportarte a otra época.
Con los años, y aunque aún me considero una niña, me he dado cuenta que el campo no tiene fin, es inmenso y que quizá lo mío no es escribir una novela, pero si tengo mucho que escribir.
Y quiero cumplir mi sueño, porque los sueños te mantienen vivo, te mantienen feliz y yo quiero vivir feliz mucho tiempo.
Si lo pienso, y lo pienso mucho, soy muy afortunada, porque ya he cumplido los sueños más importantes que tenía en mi lista:
– Vivir enamorada y correspondida al mismo nivel. (siempre imaginaba a mi amor, y cuando llegó, superó con creces mis expectativas).
– Tener un hijo, sin duda, el sueño de mi vida. Much@s sabréis lo duro y complicado que puede llegar a ser este camino, pero sin duda, lucharía por el y he tenido la enorme suerte y satisfacción de verlo cumplido.
– Viajar, este es un sueño mucho más pequeño pero que te hace crecer en tiempo récord. He podido subir al Top of the Rock, ver el Empire State fue un sueño, la ciudad que siempre vemos en las películas, a mis pies. He podido visitar el Taj Majal, ese templo blanco tan lejano a mi espalda, un lujo. Un lujo lleno de experiencias y anécdotas que me hacen más grande el corazón.
Por eso, para poder vivir, hay que soñar, y vivir tu sueño, hacerlo realidad. Que esa sea tu motivación.
Porque si yo no lo hubiera soñado, jamás lo habría vivido.
Me parece un precioso sueño, en mi caso, sueño va acompañado de “ilusión” enlazada con “fuerza y ganas”, con voluntad de querer soñar, ilusionarme.
Soy mujer, madre, esposa… y un día la vida se cebó conmigo presentándome una enfermedad poco conocida, que limita mi día a día, mi rutina más cotidiana, y eso afecta a mis hijos, mi marido, mi entorno y por supuestísimo, a mí. Sin embargo, después de tocar los infiernos, aprendí( con ayuda profesional ) a saborear las pequeñas cosas del día a día, a enfocarme en lo que sí podía hacer en lugar en todo lo que ya no, en tolerar( todavía no acepto esto en mi vida pq es crónico, ya va conmigo para siempre) que mi vida sería así. ¿ Y cómo evolucionar a pesar de eso? Repito con ayuda, pero fundamental querer volver a sentirte persona, mujer y madre. Y empecé un proceso de conocimiento interior, un trabajo de introspección brutal para conocer qué me limitaba, qué potenciaba, qué hacer con ello y cómo hacerlo. Una vez comprendido, aprendido, machacado, interiorizado, me di cuenta que tenía una misión: poder orientar,ayudar, a acompañar ya no solo a quien padezca situaciones similares, si no a querer guiar a que una se sienta mejor consigo misma, a que por muy gris q se nos presente la vida, podemos darle el color que nosotros queramos, por que podemos elegir. Y yo elegí formarme en desarrollo personal, a mi ritmo, ritmo caracol lo llamo, pq voy haciendo parones por mi salud física, por y para respetar mis límites( que no mis limitaciones), y jamás pensé que a pesar de cómo es mi vida en los últimos años, y a mi ritmo despacito y adaptado, logré formarme y sigo formándome. Mi sueño adaptado es como el de mi yo de antes: quiero y puedo trabajar con lo que me apasiona. A mi ritmo, poco a poco, respetándome desde mi amor propio, por mi propio bienestar y respeto, mi sueño de ser Coach se ha visto cumplido. Y si yo estoy satisfecha, influye en mi entorno, es como un espejo en el que todo mi entorno se ve reflejado desde la calma, la ilusión, el respeto hacia los demás y sobretodo hacia uno mismo.
Conclusión: mamá feliz, mujer feliz, aunque sea a modo caracol y luchando contra días grises que siempre acechan, pero ante todo, PERSONA.
Este ha sido y sigue siendo mi meta, mi objetivo y mi misión. Mi sueño: vivir y poder volver a trabajar desde otra perspectiva, vivir y ser madre desde otra perspectiva, ser mujer desde otra perspectiva.
Disculpa el parrafal. Tan solo quería contarlo claro, sin pretensión de victimizarme, al contrario, desde la importancia de querer salir adelante como sea para encontrar un pedazo de la esencia que quedó escondida tras los escombros, y salió, salió de nuevo para ofrecer lo mejor para ella misma y para los demás si se requiere. Ese es el principal de mis sueños.
PD: soy Judit de @dpcoachingyaprendizajes
Para empezar muchísimas muchísimas gracias por abrirte y contarme tu vida, tu realidad y tus sueños. Me encanta ver que a pesar de lo duro de las circunstancias donde muchos habrían tirado la toalla, tu lo has visto como una oportunidad para aprender de la vida. No has renunciado a tu sueño, ni a tu familia ni mucho menos a lo que mereces ser y sentir como mujer, madre y esposa.
Sin duda eres RESILIENTE.
Para ser coach hay que formarse, pero también y sobre todo haber vivido, saber que no todo es maravilloso siempre pero que se puede encarar de las mejor de las maneras!
Y respecto a que sea ritmo caracol, pues yo diría más bien, en ritmo de Judit, el que te permite ir adelante, sin prisas pero sin pausas.
GRACIAS POR TUS PALABRAS y yo veo esa esencia de ti! Sigue tu sueño porque conseguirás lo que te propongas, estoy segura.